El presidente de los estados unidos, Barack Obama, amplió el Monumento Nacional Marino Papahānaumokuākea en Hawai, convirtiéndose en la reserva natural marina más grande del mundo, con una extensión de un millón y medio de kilómetros cuadrados.
Esta reserva natural que pertenece al archipiélago de Hawái, lugar donde creció el presidente estadounidense, fue escenario de batallas como la de Midway, una de las más relevantes de la Segunda Guerra Mundial.
Por eso y otras razones, estas áreas merecen ser protegidas de acuerdo a las leyes del Estado, las cuales las libran del peligro de explotación ilegal de sus recursos y buscan prevenir el impacto negativo del cambio climático.
Con esta nueva denominación se prohibirá la extracción de sus recursos y la pesca comercial dentro de sus límites, que alberga a más de 7 000 especies marinas y terrestres, algunas en peligro de extinción, como tortugas, focas, y el coral negro, entre otras.
La zona tiene «gran importancia cultura para la comunidad nativa de Hawái y una conexión con la primitiva polinesia digna de protección y comprensión», indica la proclamación de la reserva natural.
La próxima semana, Obama, quien se ha posicionado como principal actor frente a la conservación, estará visitándola para hablar sobre la amenaza del cambio climático que azota las riquezas marítimas.