¡Es Oficial! Luego de una larga espera se anuncia para este 31 de enero el inicio de las obras de construcción del Aeropuerto Internacional de Chinchero, en Cusco, así lo anunció el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
El nuevo aeropuerto que albergará la ciudad imperial de Cusco se edificará sobre un área de 40 mil metros cuadrados, contará con una pista de aterrizaje de cuatro mil metros y dispondrá de once puertas de embarque y 13 mangas de acceso directo.
De esta manera, reemplazará al actual aeropuerto Velasco Astete cuya capacidad resulta insuficiente ante el aumento de la demanda. Este mega proyecto requerirá una inversión total de US$ 264 millones y se espera que esté culminado antes del 2021.
Se estima que para el año 2030, el aeropuerto de Chinchero movilizará cinco millones de pasajeros por año; convirtiéndose, además, en un motor que impulsará el desarrollo urbano, social, comercial y económico de Chinchero, distrito ubicado en la provincia cusqueña de Urubamba.
El nuevo aeropuerto también tendrá la capacidad de recibir vuelos nacionales e internacionales, con aviones que pueden transportar hasta 300 personas, lo que facilitará el flujo directo de visitantes extranjeros a Cusco sin necesidad de realizar escalas en Lima.
Reemplazará al actual Aeropuerto Internacional Velasco Astete, que se construyó sobre un área 13,588 metros cuadrados y cuenta con solo cinco puertas de embarque por las que circula un promedio limitado de 2.5 millones de pasajeros. Los destinos internacionales que ofrece el Velasco Astete son únicamente Colombia y Bolivia.
Como se recuerda, el proyecto ha tenido una demora sustancial desde su adjudicación. En abril del 2014, la concesión fue otorgada al Consorcio Kuntur Wasi integrado por las empresas Corporación América S.A. y Andino Investment Holding S.A.
El inicio de las obras, programado para octubre de 2015, durante el gobierno del ex presidente Ollanta Humala, se truncó debido a que la constructora no contaba con presupuesto para las primeras intervenciones al terreno, pues el acuerdo que se firmó con el Estado preveía un financiamiento gubernamental que terminó siendo insuficiente.
El nuevo gobierno de Pedro Pablo Kuczynski resolvió asumir ese gasto a una baja tasa de interés para apurar la ejecución del proyecto.
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